INGREDIENTES:
2 huevos
10 cm de longaniza fresca
10 cm de chorizo
2 lonchas de jamón
2 salchichas
1 cucharada de guisantes
1/8 de cebolla
10 cm de calabacín
1 pimiento rojo
100 ml de salsa de tomate
PREPARACIÓN:
En una sartén de fondo grueso de unos 20 cm de diámetro, saltear los embutidos (si se usan) a fuego vivo, partidos por la mitad longitudinalmente, con una cucharada de aceite. Retirarlos a un plato.
En la misma sartén, añadir la cebolla picada, el calabacín, según nuestra elección, sofreírlo 7 minutos a fuego medio, añadir la salsa de tomate, los guisantes escurridos y los cárnicos. En este momento se puede parar para terminarlo justo en el momento de comerlo.
Subir el fuego. Hacer un hueco en la sartén como formando un nido para colocar allí los huevos, dejando espacio entre ellos suficiente como para que no se junten, tapar (aunque sea con un plato o papel de aluminio) y a los dos minutos mirar. Justo en el momento en que la clara que cubre la yema esté blanca estarán hechos (se puede mojar pan en ellos) pero como en el punto de cocción de huevos hay muchas doctrinas, cada uno que los deje a su gusto
Poner el pimiento rojo encima y servir. Si tenemos, usar cazuelillas individuales para hacerlos en ellas, si no con un cubierto plano (existe la llamada pala de huevos) lo sacamos de la sartén y colocamos en los platos con la parte proporcional de acompañamiento.
HUEVOS AL PLATO "CON MICROONDAS"
También se pueden hacer directamente en el microondas, así los hago yo muchas veces aprovechando todo lo que encuentro en la nevera.
“Muy importante” Para que no se reviente el huevo hay que pinchar con un tenedor superficialmente la telita que cubre la yema.
Se coge la cazuelita se pone el huevo crudo (se pincha la telina que cubre la yema sin romperla) y añadimos jamón, salchichas, guisantes, queso, chorizo, lo que tengamos.
Añadimos luego el tomate frito (lo tapamos con una tapadera para microondas para que no salte el tomate) y lo ponemos al máximo de potencia 1 minuto, lo miramos y si vemos que aún la clara no esta cuajada, lo ponemos otro minuto y así hasta que lo veamos a nuestro gusto (tener en cuenta que si está mucho tiempo la yema queda también cuajada)
Es una solución para esos días que estás solo/a en casa, sin ganas de guisar y sales del paso, también los he preparado cuando de repente llegan unos amigos y no tienes nada preparado para cenar.
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