Las grandes ciudades y las jornadas
laborales nos impiden comer en casa y al mismo tiempo, la economía no nos
permite comer a diario de restaurante.
Los sándwiches y los bocadillos valen
para un día, pero para esa legión de trabajadores que comen fuera de casa, y quieren
comer bien, saludable y casero, la tartera (tupper) es la única
salvación.
La mayoría terminamos comiendo sobras,
o
siempre lo mismo (pasta, ensalada de pasta, ensalada de arroz, pasta otra vez)
o, aún peor, comida preparada ultracongelada.
Os dejo 10 consejos para comer de tartera,
rico, saludable y, sobre todo variado.
1. Varíar el menú: por mucho que te guste
un plato, y por muy cómodo de comer y de preparar que sea, si lo comes a
diario, terminará aburriéndote y te cansarás de él. Es mejor planificar un menú
semanal y comer variado.
2. Elegir el menú según las condiciones
de tu Empresa: Si en ella dispones de algunas ayudas como un horno microondas y
un frigorífico la tarea de pensar el menú será mucho más sencilla, pero si no
dispones de frigorífico, desiste de llevar una ensaladilla rusa u otra
elaboración con mayonesa, ni un pastel de pescado.
3. ¿Sobras? Si, pero sin pasarse: es muy
tentador preparar un poco de comida de más a la hora de cenar, y meterla en la
tartera para comer, pero no debes abusar de esta costumbre o, de nuevo,
terminarás teniendo la sensación de comer siempre lo mismo. Por supuesto, no
hay que tirar sobras. Las puedes aprovechar, pero intenta dejar un día de por
medio y así comer diferente.
4. Primero, segundo y postre: Bueno, ya
sabemos que esto es bastante complicado, pero entre un menú completo de tres
platos, y comer solo un “Tupper” con una ensaladita hay un término
medio. Si llevas una tartera con un plato de fuerte, puedes comer plato único,
pero si llevas un plato más ligero, lo puedes complementar con un frasco
pequeño de consomé o gazpacho para tomar bebido. Y que el postre: un yogur, una
pieza de fruta, un flan, etc. ¡no falten nunca!
5. Guarniciones: Una buena guarnición es
una forma fantástica de suplir el menú completo. Algo así como comer un plato
combinado. Intenta llevarlos eso sí, por separado.
6. Escoger buenos recipientes: Los tupper deben
ser herméticos, de buena calidad y aptos para microondas.
7.
Platos y cubiertos: intentar tener un juego de platos (llano, hondo y
bol), y unos cubiertos en tu trabajo. Sabemos que es un mero efecto
psicológico, pero la diferencia entre comer en un plato y comer de un tupper,
es enorme. ¡Así disfrutarás más la comida!
8. Salsas, aderezos y vinagretas: Hoy
afortunadamente se pueden conseguir sobres individuales para aliñar las comidas
que puedes tener en el trabajo para añadirlas al plato en el momento de comer.
9.
¿Sin microondas? Agudiza el ingenio: Desde luego, no contar con microondas en
el trabajo es una verdadera faena – por decirlo suavemente -, si tienes que
comer allí. Tu menú se va a limitar mucho, pero puedes tomar ensaladas de todo
tipo ¡atención que el de las ensaladas es un mundo, y hay vida más allá de la
ensalada mixta y la ensalada de pasta! También puedes preparar empanadas,
hojaldres, tortillas, cremas frías, bocadillos originales. Y si en pleno
invierno se te hace muy cuesta arriba, siempre puedes llevar un poco de consomé
calentito en un termo. Sobre todo sigue esta norma: a grandes problemas,
soluciones imaginativas.
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