Pero la rana está allí, no tiene la culpa de que yo sea "tan miope" y encima vaya por la vida sin unos prismáticos, que para colmo, los tengo, son muy pequeñitos y los compre en "coronel Tapioca" y los llevo siempre cuando viajo pero ese día se me olvidaron. También compre en el mismo sitio un saco de dormir de tela finita que no abulta nada y llevo siempre en mis viajes, de repente te toca dormir en una "jaima" o en la litera de un tren o un barco que no te ofrece mucha confianza, abres tu saco te metes dentro y duermes sin tocar las sabanas que no parecen muy limpias.
Bueno que siempre me enrollo, la rana está exactamente encima de una calavera que forma parte del capitel que aparece en la columna derecha de la puerta de la fachada (la que está más cerca de los escudos)
y es así de mona, como podéis verla en la calavera que aparece a la izquierda de la foto.
Pero lo que yo no sabía es que en la Catedral Nueva de Salamanca, tenemos la figura de un astronauta, así que es un buen motivo para volver a visitar la ciudad y de paso recorrer La Alberca y otros pueblos preciosos por la Sierra de Francia.
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En la puerta de Ramos (norte), puede observarse la anacrónica figura de un astronauta esculpida en el flanco izquierdo. Con motivo de acoger Salamanca la exposición Las Edades del Hombre en 1993, se decidió restaurar esta puerta, muy deteriorada por el paso del tiempo. Durante esta restauración, el astronauta fue labrado en piedra en 1992 por el cantero Miguel Romero, siguiendo la tradición de incorporar un elemento contemporáneo en cada restauración. El día 20 de septiembre de 2010 apareció con el brazo derecho roto objeto de un acto vandálico.
Debajo del astronauta se encuentra un lince y a su derecha un toro, debajo del toro se puede ver un dragón con un helado de tres bolas que está sonriendo. Más a la derecha, junto a la puerta, hay tres figuras: un cangrejo de río, una cigüeña y una liebre que representan, respectivamente, agua, cielo y tierra en Salamanca.
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