Queremos mucho a Cara, pero no por eso vamos a olvidar a nuestra pequeña Isis, que tuvimos que sacrificar hace un año. Estaba ciega desde el verano. Consultamos al Oftalmólogo y no tenía solución, pero ella tenía ganas de jugar y no perdía el apetito. El último fin de semana estuvo muy malita y cuándo la llevamos al veterinario, nos dijeron que estaba en "coma diabético" no iba a mejorar y que sacrificarla era la mejor solución. Aún se me llenan los ojos de lagrimas cuando me acuerdo.
Me la dieron el 9 de noviembre de 2004, con menos de un mes (había nacido el día del Pilar) era un comino y muy fea, la crié a biberón y me daba mucha pena cuándo la tenía que dejar sólita en mi habitación en un corralito que la había preparado, porque Carmen no quería perros. Para que no se sintiera sola la dejaba la radio puesta con música hasta mi regreso. Finalmente Carmen me ha confesado que no quería dar su brazo a torcer, pero cuando yo me marchaba ella entraba a verla y jugar con ella.
Por eso Isis ganó la batalla y se convirtió en la reina de la casa, Era muy juguetona pero no la gustaba la calle, la daban miedo los coches, los ruidos, la gente y los otros perros. Pero donde ella disfrutaba más era en la finca y supo darnos en los doce años que estuvo con nosotros todo su cariño y fue una perrita muy querida y feliz.
Yo creo que tiene que existir un lugar donde jueguen todos los perritos que nos han alegrado la vida mientras vivieron con nosotros. Por eso, estará con Lisa, Masiel, Lucas, Tom, Blas y Zico.
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