INGREDIENTES:
12 placas de pasta para canelones
250 gr. carne picada
1 cebolla
2 ajos
1 zanahoria
2 cucharadas soperas de paté
8-10 cucharadas soperas de tomate frito
Salsa Bechamel
Queso para gratinar
Nosotros hemos utilizado canelones de
placas precocidas “El Pavo”, simplemente hay que leer las instrucciones de
preparación que pone en el envase.
Pero si nuestros canelones no vienen
precocidos hay que cocer la pasta al mismo tiempo que preparamos el relleno,
siempre siguiendo las indicaciones del envase.
Pasamos ahora a preparar el relleno:
Cortamos la cebolla, los dos dientes
de ajo y la zanahoria en trozos muy pequeños. Puedes
hacerlo manualmente, o directamente con una picadora.
Echaremos varias cucharadas de aceite
de oliva en una satén mediana y lo calentaremos a fuego medio, para a
continuación incorporar las verduras que hemos picado.
Refreímos todo, y esperamos hasta que
todo se ablande sin llegar a dorarse mucho. Para agilizar este paso se puede
echar un poco de sal al refrito para que se poche todo con más facilidad.
Cuando las verduras queden bien pochadas,
añadimos la carne picada y sal al gusto.
A medida que la carne empiece a hacerse
echaremos las 2 cucharadas soperas de paté y removeremos bien hasta
que se deshaga por completo.
Por último, añadiremos el tomate
frito, mezclaremos todo bien hasta que el tomate quede bien ligado con la
carne, y dejaremos al fuego hasta que la mezcla pierda el líquido sobrante.
El siguiente paso será rellenar
las placas de canelones que hemos cocido, sobre el recipiente donde
hayas decidido ponerlos, untado en mantequilla para que no se queden
pegados a la base.
Sobre una placa de canelón añadimos el
relleno. Intenta no echar demasiada cantidad, para que se pueda cerrar bien el
canutillo que vamos a hacer. Lo ideal es echar el relleno en el centro, cerrar
desde el extremo y girar un poco para que la unión del canelón quede en la
parte inferior y evitar que se abran.
Una vez tengamos todos
los canelones rellenos y colocados, los cubriremos bien con
la salsa bechamel.
Añadimos queso para
gratinar sobre la bechamel, introducimos el recipiente en el horno en modo
grill a unos 230 ºC
y lo dejamos hasta que el queso quede dorado al gusto.
Lamento que la foto no haya quedado muy bonita pero es que no nos acordamos de hacerla al sacarla del horno y hemos tenido que improvisar colocando en una fuente de cristal lo que nos sobraba de la comida, pero estaban muy buenos.