A Lalo, el marido de Julita, un hombre de gran paciencia, que era capaz de poner en funcionamiento de nuevo, una cortacésped "vieja y desechada" o cualquier electrodoméstico estropeado. Gran aficionado al billar y por las tardes a echarse una partidita en la finca en el momento que se reunía un grupo suficiente para ello. Incluso aprendió a utilizar el PC de su nieto y jugaba al mus en un juego de ordenador donde escogía contrincantes muy famosos.
Ahora ya estás con Julita de nuevo y nosotros siempre os recordaremos tan felices como estabais en la finca. Para los dos, un abrazo muy fuerte.
2 comentarios:
Llallo gracias x tantos años de felicidad y té keria mucho y té k re siempre .
Lunca me olvidare de ti tkm .
Lalo, como le llamábamos cariñosamente todos, que pareja mas guapa hacian Lalo y Julita, los recuerdo con cariño a los dos.
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