Hacía poco tiempo que habían fallecido la abuela y la tía Carmen, a la que mamá había prometido que cuidaría de sus cuatro hijos. Papá estuvo de acuerdo en convertirse el mismo día de la boda en familia numerosa, tuvieron una semana de descanso para disfrutar de un poco de intimidad y a la siguiente llegaron para vivir todos juntos, sus cuatro sobrinos y los tres hermanos solteros de mamá.
Fueron muy valientes y nunca se arrepintieron pues estuvieron muy orgullosos de sus sobrinos a los que consideraron como hijos.
Vuestros sobrinos e hijos nunca os olvidaremos.
2 comentarios:
Efectivamente, ejercieron de padres para todos ellos, y no podrían tener mejores padres, porque les enseñaron a ser una familia unida y con armonía, en una casa pequeña pero muy acogedora, y de esa raíz han brotado estas ramas, la gran familia González. Gracias tíos Joaquín y Josefina, siempre os llevamos en el corazón.
Muchas gracias MªCarmen, yo no sé si existe el cielo pero si es así, allí estarán mis padres junto al resto de la familia González que ya no están con nosotros y se sentirán todos felices de que nos mantengamos unidos como a ellos les gustaba.
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