El Día Mundial de la Visión se celebra el segundo jueves de octubre y tiene la finalidad de centrar la atención en la ceguera, la discapacidad visual y la rehabilitación de los discapacitados visuales. El tema central de este año es la salud ocular y el acceso igualitario a la atención ocular.
A nivel mundial, la mayor prevalencia de discapacidad visual se observa en las personas de 50 años de edad o mayores de ambos sexos. Aunque la mayoría de las afecciones oculares que aquejan a este grupo etario pueden tratarse con facilidad, como es el caso de las cataratas, en algunas partes del mundo todavía hay que lograr que hombres y mujeres reciban servicios de atención ocular de manera igualitaria.
El Día Mundial de la Vista es un evento anual que se centra en el problema mundial de la ceguera. Su objetivo es sensibilizar al público de todo el mundo acerca de la importancia de la prevención y el tratamiento de la pérdida de visión.Hasta el 80% de los casos de ceguera son evitables, bien porque son resultado de afecciones prevenibles (20%) bien porque pueden tratarse (60%) hasta el punto de recuperar la visión. La prevención y el tratamiento de la pérdida de la visión se cuentan entre las intervenciones de salud más eficientes y que dan mejores resultados. Estas intervenciones incluyen la cirugía de las cataratas para curar esta enfermedad de los ojos asociada a la edad, la prevención del tracoma, la distribución de ivermectina para tratar la oncocercosis o ceguera de los ríos (una enfermedad transmisible), la inmunización contra el sarampión, la distribución de suplementos de vitamina A para la prevención de la ceguera infantil y la entrega de lentes correctoras.
Cada cinco segundos, una persona se queda ciega en el mundo. Cada minuto, un niño se queda ciego. Se calcula que cada año se quedan ciegas más de siete millones de personas. de ahí la importancia de los exámenes rutinarios
A pesar de que la población española es, en el conjunto de la Unión Europea, la que menos se preocupa por la salud de los ojos y no se hace controles rutinarios, es fundamental solicitar una revisión para realizar un examen ocular completo si se dan los siguientes síntomas:
- Problemas para ver bien de noche o para leer.
- Dificultad para diferenciar los colores.
- Visión borrosa de cerca o de lejos.
- Antecedentes familiares de problemas visuales o de diabetes.
- Presencia de secciones o picor en el ojo.
Hay otros signos que precisan de una atención médica inmediata por su potencial peligrosidad, cuando hay pérdida repentina, parcial o total de la visión en uno o los dos ojos; si de forma súbita se nubla la vista; si se ven destellos de luz o puntos negros; si se observa un halo de luz; o si se pierde la capacidad de ver hacia los lados.
Niños con problemas visuales
Hasta un 40% de los niños espanoles sufre problemas de salud visual. Además, son los menores de nuestro país los que más gafas y lentillas utilizan de toda Europa (uno de cada cuatro). Una campaña para la prevención visual llevada a cabo por Multiópticas alerta de la importancia de que los padres se conciencien sobre la salud de la vista de los más pequeños, sobre todo ahora, con el curso escolar recién estrenado. Los especialistas insisten en la importancia de la revisión ocular en los escolares en las primeras semanas de colegio. En el 'Libro Blanco de Visión en España' se advierte que más de la mitad de los niños españoles de seis a nueve años nunca ha pasado por una revisión ocular. También se hace hincapié en vigilar los pequeños que parecen distraídos en clase, pues tras la poca concentración puede esconderse alguna alteración visual e, incluso, un problema no detectado puede provocar dificultades de aprendizaje, como una mala comprensión lectora o falta de motivación, y desembocar en fracaso escolar. Mareos, visión borrosa o dolor de cabeza pueden ser algunos de los síntomas asociados que debería poner en alerta a los progenitores.
Cuidado con las gafas pregraduadas
Estas gafas están realizadas de forma estándar a partir de materiales y lentes de aumento de baja calidad óptica. Se crearon para un uso de emergencia puntual, no para utilizarse de manera habitual, ya que pueden acarrear importantes daños para la salud visual, sobre todo, en aquellas personas con algunas anomalías que, incluso, puede que desconozcan.
Los especialistas insisten en que es muy importante no autograduarse la vista, porque a menudo, uno mismo, sin el conocimiento científico necesario y sin el asesoramiento de profesionales sanitarios visuales, se autoprescribe las que cree que le van mejor, cuando en realidad está escogiendo aquellas con las que ve todo más grande, como si de una lupa se tratara.
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