Yo soy, aparte de bastante miope, muy despistada y muchas veces me cruzo con personas en la calle que me parecen conocidas pero que no consigo recordar donde las he visto, si han sido compañeros de colegio, de trabajo, vecinos o simplemente hemos coincidido a la misma hora en el metro o en el supermercado del barrio. Ante la duda yo sonrío y espero la reacción de la otra persona.
En este caso me ha sucedido con una noticia que apareció hace un mes más o menos en TV.
Por supuesto que estoy bromeando, pues no quiero que nadie se escandalice.
Esta era la noticia:
“Cabeza de mujer joven”, el cuadro de Pablo Picasso que el banquero español Jaime Botín pretendía enviar ilegalmente a Suiza y que fue encontrado en un yate en Córcega (Francia) cuando estaba a punto de ser comercializado, la obra, valuada en 26 millones de euros, está protegida por su importancia por lo que debería estar en España. El retrato femenino, que apunta rasgos cubistas, fue pintado por Picasso en 1906 y se enmarca en el llamado periodo de Gósol. Está considerada como una obra "única", un tesoro del patrimonio artístico español.
Ecce homo restaurado por Cecilia Giménez, la anciana que intentó recuperar el "Ecce homo" pintado en uno de los muros de la iglesia del Santuario de Misericordia de la localidad zaragozana de Borja, ha asegurado en declaraciones a TVE que el párroco estaba al tanto de su labor con el cuadro: "El cura lo sabía y todo el mundo que entraba en la iglesia me veía pintando, nunca lo hice a escondidas".
“¿Cómo lo voy a hacer yo sin que me lo digan?”, ha insistido Giménez, que utilizaba una fotografía del cuadro de hace 10 años para la restauración. Así, ha recalcado que "no era la primera vez que lo hacía" y que "todavía no había terminado la pintura".
Teresa García, la nieta del autor de la pintura original, Elías García Martínez, reconoce que Cecilia había retocado la obra que su abuelo pintó en 1930, pero nunca como ahora: "Sólo había tocado la túnica, el problema ha sido ahora cuando se ha metido con la cabeza y ha destrozado el cuadro".
Es posible que Cecilia hubiera visto alguna vez el retrato de la cabeza de mujer pintada por Picasso y la sirviera de inspiración para la restauración.
Lo más gracioso es que con anterioridad pocos conocían la imagen del “Ecce homo” de Borja, pero ahora es famosa en todo el mundo.
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