viernes, 4 de septiembre de 2015

colgar el sambenito

Estoy leyendo un libro de Noah Gordon llamado "El diamante de Jerusalén" en uno de sus capítulos se menciona que a un anciano judío lo encarcela la inquisición después de haberle "colgado el sambenito". 

Cómo soy muy curiosa a pesar de que esa frase la conocía no estaba segura de si verdaderamente en esas fechas colgaban físicamente "un sambenito" y cómo era, por eso me fui a Internet para averiguarlo, donde he localizado una página muy curiosa:

https://hablandodepalabras.wordpress.com/

Y en ella, la información que necesitaba que os resumo a continuación:


sambenito y coroza
El sambenito en sus orígenes fue una especie de saco, previamente bendecido por un sacerdote, que usaban los cristianos primitivos durante su penitencia. Se colgaban sobre el pecho y la espalda a través de una abertura por donde se metía la cabeza. Los monjes benedictinos llevaban una vestimenta similar, un ancho escapulario que portaban por encima del hábito al que se le llamó san benito que finalmente pasó a llamarse "sambenito"

En la Edad Media, la Santa Inquisición convirtió los sambenitos en la túnica de la infamia, el símbolo de la humillación pública que los condenados por herejía eran obligados a llevar. Esta vestimenta era generalmente de lana, de color amarillo, estampada con la cruz de San Andrés (que significaba humildad y sufrimiento), pero también con llamas de fuego, demonios y grafías que aludían al tipo de condena a que sería sometido el reo. Además del sambenito, los sentenciados llevaban una coroza (gorro cónico o capirote) marcada con los signos de su delito. En el sambenito las llamas orientadas hacía arriba indicaban que el acusado estaba condenado a morir en la hoguera, las llamas hacía abajo eran señal de que el hereje se salvaba de la muerte aunque sería quemado si reincidía.

Existían otros sambenitos que eran los letreros que se colgaban de las iglesias con el nombre y el castigo correspondiente de todos los condenados.

Es curioso que colgar a alguien el sambenito ha mantenido a través de los siglos (en sentido figurado, claro) las mismas connotaciones negativas que tenía en el medioevo. Durante la Santa Inquisición muchos de los acusados fueron injustamente condenados por brujería, quiromancia, blasfemia… Bastaban solo tres acusaciones para que alguien fuera investigado. Fuera cual fuera la condena: pena de muerte, destierro, prisión, flagelación, el procesado estaba obligado a llevar el sambenito como auto de fe, en el momento de la ejecución.

Colgar el sambenito es también el descrédito que queda de una acción y se relaciona con la fama o la buena reputación perdidas. Cuando se le colgaba a alguien el sambenito no solo el acusado pagaba por su culpa sino que la familia sufría públicamente el estigma de esa sentencia durante varias generaciones.

Quitarse entonces el sambenito requería muchos años, lo que en la actualidad quiere decir que cuesta mucho librarse de un estigma o una difamación.

Popularmente se utiliza en España, Cuba y otros países hispanoparlantes un dicho similar: “cargar con el muerto"


No hay comentarios: