Siempre de buen humor y dispuesta para pasear agarrada del brazo de su querido Luis, al que no le importaba besar en la boca delante de todo el mundo. Era tan bonito verlos tan enamorados.
A los dos les encantaba por las tardes sentarse bajo los tilos de la Huerta, en Cadalso de los Vidrios donde pasaron juntos los últimos años y allí comenzó la dinastía de los Yiyos.
Hoy queremos brindarte este homenaje por esa maravillosa sonrisa que nunca olvidaremos.
Un beso Chata.. te seguimos queriendo.
ResponderEliminarCarlos
Mi querida tía chata, era una mujer con mucho carácter y te decía las cosas a la cara, pero también era cariñosa, yo guardo muy buenos recuerdos de ella.
ResponderEliminarFelicidades tía Chata.